martes, 30 de abril de 2013

DEJARLOS IR DEL NIDO

Según las estadísticas, los adolescentes finlandeses se independizan a los dieciocho años, como promedio. Con esta costumbre establecida los chicos en Finlandia asumen casi como una obligación irse de sus casas y, más que como obligación, como necesidad de ser autosuficientes. Los padres, por su parte, ven esa "partida" como una situación natural y necesaria para el desarrollo de sus hijos.
Traslademos el caso a España. ¿Son capaces los jóvenes de dieciocho años de independizarse y salir del hogar paterno?
Y no lo decimos por la situación económica puesto que si por eso fuera no son capaces ni los adultos de cincuenta (que, de hecho, están volviendo con sus padres). 
Hablamos de madurez. La falta de madurez es algo a lo cual contribuyen los padres con su forma de educar. Se puede y se debe educar con amor pero sin favorecer la "mamitis" ni la dependencia. Seguir diciendo -como se oye por ahí- "...es que mi niño", cuando el niño ya tiene 27 años, es seguir infantilizando y dejando que se asuman comportamientos impropios de la juventud, puesto que a esa edad no se es ya adolescente.
Preguntémonos -y no por la edad de la partida, sino por nuestra forma de educar-: ¿somos padres "infantilizantes"? ¿Contribuimos a que los jóvenes no se independicen? ¿Por qué? ¿Egoísmo, sobreprotección, temor...?

2 comentarios:

  1. Hace tiempo que no participo pero me llama mucho la atención este tema. Creo que sería egoísmo de parte nuestra y subvaloración de las capacidades de la juventud. Es bueno que cojan responsabilidad y que se den cuenta de que las cosas cuestan, que hay que trabajar y no esperar que se lo den todo hecho. En otras épocas nos parecía que salir de la casa tan temprano era como echarlos y era darles demasiada libertad. Era como pensar que no eran capaces de enfrentarse al mundo, hoy tienen muchas posibilidades las cosas han cabiado muchísimo y tienen muchas ventajas y muchas oportunidades y facilidades de progreso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por participar de nuevo Doña Blanca. Habla del egoísmo. Es un sentimiento propio de los padres de todas las generaciones. Interesante su punto de vista porque nos permite contrastar la educación de otras épocas con la actual.

      Eliminar