jueves, 27 de diciembre de 2012

NEWTOWN, OTRO NOMBRE PARA LA HISTORIA DEL DOLOR INFANTIL

He aquí el mejor ejemplo de educación o... de falta de ella. Y cuando digo educación no hablo de buenos modales y aprendizaje académico; hablo de valores, de principios y de bases para la ubicación sociológica de un ser humano en la vida.  
Hablo de la escuela Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, Estados Unidos. Veinte niños asesinados, seis maestras, una madre y el suicida; el chico responsable de la tragedia. Y pregunto ahora ¿Fue el verdadero responsable de sus actos? Sí, en cuanto que los cometió; pero ¿sabía lo que hacía?
Es difícil decir que fue víctima, lo consideramos más bien culpable. Pero a su manera y en los veinte años que vivió fue víctima... De su entorno, de su familia, de su des-estructuración social, de la educación represiva y del exceso de cuidado. Si nos atenemos, claro, a lo publicado en los medios y a lo descubierto por la policía en sus investigaciones.
Se impone aquí una reflexión: todo en su justa medida, nunca mejor dicho. En anteriores reflexiones hemos hablado de la falta de autoridad en la educación actual, pero con ésto no quiero decir educación represiva y, mucho menos, autoritarismo. 
No digo que él la sufrió; pero quizás -por lo que dicen los informes policíacos- la sobre protección de la que fue objeto por parte de su madre (otra forma de creer que se educa) lo llevó a un desequilibrio interior que desembocó en esa tragedia. 
Sé que me aventuro mucho y me meto en términos que no conozco, pero la verdad, es que nadie conocerá nunca, qué pasó realmente por la cabeza de Adam Lanza, ese chico educado de manera tan peculiar, que empuñó un arma y disparó a cuanto niño se cruzó en su camino. ¿No es muy curioso que haya matado niños, profesoras mujeres y a su madre?

...Queda para la reflexión...

2 comentarios:

  1. No estoy de acuerdo en todo. Ese chico sabía bien lo que hacía, había planeado una venganza.Y como suele pasar en estos casos, lo pagaron muchísimos inocentes, tanto los fallecidos como sus familias. Aunque sí es cierto que los primeros años de vida de un niño son decisivos en su formación personal y la forma de educarlo su madre tal vez no fue la mejor.

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  2. Es lo que queda de los actos sin sentido y por la fuerza. La venganza es uno de ellos. Paga quien no debe. Al final coincidimos en una cosa: la educación, formación, guía... Quizás ahí estuvo el fallo. ¿Es culpable la madre? o es, responsable... Abrimos otro debate.

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